Los prejuicios sobre el emprendimiento abundan, se cree que el proceso de creación de una empresa es fácil o que solamente se tiene éxito si naciste con estrella.
Es momento de saber cuáles son los mitos más comunes del emprendimiento y derribar esas creencias con Conhectores.
Los emprendedores nacen, no se hacen
¿Es algo que se puede adquirir en el colegio o son solamente aquellos que tienen esa chispa los elegidos para tener un emprendimiento de éxito?
El emprendimiento no se trata de un talento especial, cualquier persona puede emprender si así lo desea. Sabemos que no es un trabajo fácil.
Practicando y ejercitando podemos convertir en fortalezas habilidades que eran claras debilidades de nuestro perfil personal o profesional.
El empresario que hoy es tu motivación también paso por un proceso de aprendizaje para llegar a donde esta, no hay manera de que se nazca sabiendo eso, ni que sea necesario que vengas de una familia de emprendedores.
¡Tú puedes ser el primero!
Para lanzar un negocio tiene que estar perfecto
Uno de los mitos más recurrentes del emprendimiento. ¿Cuándo es el momento óptimo para lanzar mi proyecto al mercado? La respuesta es: “En cuanto se pueda usar”.
La metodología Lean Startup nos muestra que es mejor probar una versión básica de tu producto e ir incorporándole sucesivas funciones y mejoras según lo que aprendas sobre tus clientes.
De esta manera evitas gastar dinero, tiempo, esfuerzo y recursos en desarrollos que puede que a tus clientes no les satisfaga.
Un ejemplo claro es Facebook, en la primera versión que teníamos no existían todas las modalidades con las que podamos contar actualmente. Facebook aprendió cómo usaban los internautas su red social y fue incorporando las mejoras.
Mucho dinero para emprender
La financiación no es una barrera, a no ser que necesites mucho dinero para arrancar. Si las empresas fracasan no es por falta de financiación, sino porque no venden, porque no escuchan a sus clientes.
Siendo que la principal fuente de financiación son los clientes. Hay que cambiar el chip de ‘tengo una idea y cómo la financio’ a ‘tengo una idea, la vendo y luego buscaré como financiarla’.
Piensa que ir vendiendo poco a poco es una forma de crecimiento orgánico para tu negocio, de esta forma te es más fácil detectar las necesidades de financiación como vayan surgiendo.
Si cuento mi idea ¡Me la roban!
Tienes la idea perfecta para emprender, pero es tan buena que tienes miedo de que si la cuentas ¡Te la roban! Hay un nombre para estos emprendedores: “Emprendedores gollum” pues su idea es lo más preciado y debe ser protegido como tal.
Las ideas necesitan retroalimentación para crecer, acepta las opiniones y empieza a darle forma a tu negocio. Rodéate de personas expertas que ya tengan experiencia en el tema y aprende de sus errores. Obtén información invaluable y consolida tu emprendimiento.
Convierte tu pasatiempo en negocio