Los momentos Eureka

Escrito por: Pablo A. Torres

Los momentos Eureka, Pablo A. Torres, Imagen de jannoon028 vía Freepik

¿Algún día ha llegado a ti un momento de inspiración repentina? Entonces quédate para hablar de los momentos Eureka. En el diccionario encontramos la definición de “Momento Eureka” como: un momento de descubrimiento, inspiración o comprensión repentina y triunfante. Cuenta la historia que Arquímedes dio un grito con la palabra Eureka, que en griego quiso decir: “Lo he descubierto” justo cuando descubrió lo que hoy conocemos como el principio de Arquímedes y que venía de un reto que le puso el rey Hierón II sobre la pureza del oro de una corona. Recordemos también que los griegos pensaban que la inspiración venía de las musas hacia los simples mortales.

Los momentos Eureka se sienten como destellos de percepción porque a menudo surgen de un momento en el que la mente no está enfocada en el problema, lo que los psicólogos llaman un período de incubación. La incubación es la etapa en la que las personas se alejan brevemente de su trabajo.

Estos “momentos” son cuando vemos el futuro, resolviendo problemas de nuevas formas, reconociendo nuevas oportunidades para innovar y crecer. Si bien el problema anteriormente parecía difícil, incluso incomprensible, de repente es claro e inspirador.

Las mentes más productivas, siempre deciden apartarse por un momento del problema, quizá haciendo otra cosa, tomando un respiro, caminando y hasta lavando los trastes. Algunos estudios han llegado a la conclusión de que tomarse un tiempo es benéfico para encontrar soluciones. Una posible explicación para los hallazgos es que cuando se le presentan problemas complicados, la mente a menudo puede atascarse, remontándose a través de ciertas vías de pensamiento una y otra vez. Cuando trabaja en un problema continuamente, puede obsesionarse con las soluciones anteriores.

Los momentos que cambian la vida son igualmente profundos para las empresas existentes, que comienzan con una idea, pero aprenden de sus experiencias, una visión más profunda de los clientes y tecnología, y se disponen a cambiar de dirección. Lo llaman el “punto de pivote”. Cuando aún son relativamente pequeñas, buscan acelerar cambiando de dirección, ya sea para alcanzar nuevos públicos, con nuevas soluciones o modelos de negocio.

Algunos consejos importantes para promover estos momentos creativos cuando estamos atorados en un problema son:

1. Hacer alguna otra cosa, algo más fácil o sencillo.
2. Quizá el tiempo límite nos está bloqueando, tomemos un momento y re-programemos.
3. O quizá la responsabilidad nos está matando, asignemos a las cosas su justo valor y perdamos el miedo.
4. Pongamos fecha para iniciar y comprometernos con alguien; quizá sea este el empujón que necesitamos.
5. Haz lo que sientas, aprende de tus procesos creativos, sigue tus corazonadas.

Muy importante, ¿cómo organizar tu tiempo para permitirte hacer lo que te late?

En mercados en constante cambio, las grandes empresas también deben adaptarse e innovar. Por supuesto, les resulta más difícil, en parte debido al tamaño, pero más a menudo porque han perdido la visión empresarial y se han vuelto complacientes con el éxito existente. Aún sus accionistas tienen las mismas expectativas de crecimiento e innovación.

La pregunta es: ¿dónde enfocarse? Eso comienza con tener un propósito de marca claro, enfocado y distintivo. Se trata entonces de dar sentido a los mercados cambiantes. Si bien todos pueden ver el mismo mundo, las tendencias que configuran los mercados y las expectativas de los clientes, quienes piensan mejor, actúan de manera más inteligente y a tiempo, serán los ganadores.

Recordemos que Netflix vendía videos por correo, Twitter empezó como un podcast, Airbnb nació de una habitación en renta para poder pagar un departamento. Y WhatsApp de la desesperación de un adolescente para poder hablar con sus padres en Ucrania.

Así que una buena práctica es siempre dejar algunas tareas mundanas y pendientes para realizarlas cuando estemos atrapados en resolver un gran problema. Tener un pequeño cuaderno para anotar nuestras locuras (si, de la manera tradicional). Es importante buscar un espacio adecuado y disponer de nuestros momentos. Y cuando regresemos a el problema, nuestra mente estará más relajada y lista para decir “Eureka”.

Gracias por leerme y compartir. Puedes compartir o enviar tus comentarios vía Twitter a @ptorresmx.

Con información de Harvard business review, Peter Fisk e Interacting Design Foundation.

Pablo A. Torres es Profesional certificado en marketing y retail con más de 15 años de experiencia en operación de centros comerciales, marketing, eventos, arrendamiento y desarrollos de usos mixtos. Profesor de cátedra en el Tec de Monterrey. Design Thinking y experiencia del cliente. Trayectoria en medios de comunicación y producción. Conferencista y capacitador. Filántropo, católico, fotógrafo, ciclista, entusiasta, ecologista, yogui, cocinero y orgulloso padre y esposo.

Más del autor: Mentoría.

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