Uno de los mercados emergentes en los últimos años es el de la energía limpia. Se pueden enlistar un sin fin de productos y servicios que proponen una manera diferente de uso y consumo de energía. Que además poseen la cualidad de representar un menor impacto al medio ambiente. Y un mejor deal en términos de retorno de inversión: bio-aditivos, biodegradables, biocombustibles y otros bios que sería ocioso nombrar, se han posicionado lentamente ganándose cada día un espacio en la cotidianidad de nuestro estilo de vida. E incluso en la forma de operar de las empresas, hoy te traigo la historia de Mauricio Monjaras: ¡tanque lleno! sinónimo de felicidad.
Gustavo Mauricio Monjaras Cabañas es justo un creador de productos y servicios bio: es poblano y administrador de empresas de profesión. Además, tiene un master en agronegocios, así como un récord incalculable de premios y logros alrededor de esta industria. Entre ellos destaca haber sido uno de los primeros en la comercialización de un tanque semi-portátil importado que permite almacenar y controlar el despacho de combustible.
Esto es algo muy útil si te ubicas en medio de la selva maya, tienes una flotilla de empleados, miles de visitantes… Y la gasolinera más cercana está a más de una hora y media de distancia.
“Llevar combustible en bidones y tambos no sólo es un riesgo, garantiza mermas, robos hormiga, y te hace un candidato perfecto para multas, sin embargo es la forma más común en las que las empresas alejadas de un abasto de combustible establecido utilizan”.
¡A cualquiera le encantaría pasar 4 semanas en Xcaret! Pero para Monjaras cada día extra más allá de lo calculado para terminar la instalación, le cargaba presión ante los ojos del gerente. Tuvieron que recurrir por ayuda al fabricante, en repetidas ocasiones para configurar el software, calibrar los sensores y el funcionamiento de la bomba. Y finalmente, el día de la entrega llegó y el gerente entregó el cheque y de pasadita le dijo lo descontento que estaba por la tardanza. Y con franca sinceridad le solicitó el contacto directo del fabricante.
Sin embargo, Gustavo sin perder el estilo logró sensibilizar para seguir su relación comercial trabajando juntos como empresas mexicanas. Y sobre todo, haciéndolo partícipe del reto de echar a andar una tecnología única en México. Hecho que a corto plazo le valió una certificación Air Check al parque, que sólo pocos centros ecoturísticos cumplen.
Mojaras ese día aprendió que las complicaciones no son más que nuevas oportunidades para conquistar. Y hoy Xcaret es uno de los clientes más importantes de GRIMA, la empresa que se enorgullece en dirigir.
No te pierdas la próxima historia de fracaso con final feliz para que de una vez por todas te atrevas a emprender y hacer realidad tu idea de negocio sin preocuparte demasiado de lo que pueda pasar pues echando a perder se emprende. MMauricio Monjaras: ¡tanque lleno! sinónimo de felicidad
Más de la autora, Mauricio Burgos Patiño: el segundo mejor ingeniero del mundo de los paneles solares.