El futuro del liderazgo es multimodal

Escrito por: Alfredo Miranda

El futuro del liderazgo es multimodal

La pandemia aceleró el cambio tanto para las personas como para los equipos de trabajo a una manera primero virtual y ahora híbrida: es parte presencial y parte virtual. El trabajo 100% virtual requiere aprender tareas que descansan mucho en la persona, pero con aprendizaje colectivo y compartiendo esa nueva cultura. Sin embargo, por nuestra propia y larga experiencia de trabajo, esas cosas las hacemos mucho mejor de manera presencial, cara a cara. Así lo acostumbramos en la vida laboral prepandémica. Ahora sabemos que el futuro del liderazgo es multimodal.

Resulta que ahora hay que hacerlo híbrido. Sí, pero liderar esos equipos híbridos requiere de un nuevo tipo liderazgo, una enorme responsabilidad y reto para los managers: el liderazgo multimodal.

La naturaleza y la mezcla de las tareas, personas y equipos de trabajo dictan los diferentes modos de cómo operan: trabajar virtual de forma independiente, requiere mucha disciplina personal, pero a la vez mucha carga de integración. Cumplir tareas como reportar, completar tareas administrativas, tomar decisiones por uno mismo, decidir qué información compartir, preparar documentos y hasta hacer análisis financiero.

Pero hay ciertas tareas esenciales que requieren que los miembros de un equipo dialoguen cara a cara en aspectos más delicados o en espacios más seguros para discutir temas complejos o difíciles o para integrar temas que se han venido construyendo como elementos sueltos. Como ejemplos: solucionar problemas complejos, lograr innovaciones, crear una cultura compartida y resolver conflictos.

Estas tareas siempre son retadoras porque involucran cuatro dimensiones que funcionan mejor en modo presencial, tales como:

Cuatro Roles Fundamentales

Para lograr un liderazgo efectivo, los líderes multimodales – dicen los expertos- tienen que aprender a desempeñar cuatro roles fundamentales, para gestionar estos equipos híbridos:

1. Conductor o director de orquesta. Que se asegura de hacer planes, poner objetivos y metas, compartir información, tomar decisiones y dar seguimiento de manera armónica, manteniendo la motivación, la confianza y el compromiso de todos los miembros del equipo.

2. Catalizador. Un líder que estimula la colaboración, fomenta la creatividad y la dedicación al equipo y a la empresa.

3. Coach. Que acompaña a los diferentes miembros del equipo ayudando a cada persona a lograr su máximo rendimiento y atendiendo a sus necesidades personales. Esta parte requiere de mucha inteligencia emocional: un balance entre empatía y exigencia del desempeño de los miembros del equipo.

4. Campeón. Tiene que ver con asegurarse que los recursos y necesidades del equipo en su conjunto, se consigan y se concreten. Aquí las competencias de negociación, influencia, ejercicio de la autoridad y la
construcción de alianzas son fundamentales.

Concluyendo: La necesidad de operar con equipos híbridos hace indispensable el cultivar estas competencias y habilidades para liderarlos con eficacia y conseguir resultados. Si de por sí liderar y liderar bien, es una tarea multifacética, ahora se vuelve verdaderamente poliédrica, compleja y multimodal. Sin duda, hay que aplicarse a desarrollar como director, como líder, esos cuatro roles importantísimos para lograrlo. Porque se está diciendo, el futuro del liderazgo es multimodal.

 

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