Hoy pongamos en marcha una conversación necesaria entre emprendedores y empresarios, gasto o inversión: no los confundas. Y quiero comenzar contándote una anécdota.
Hace poco fui a una estética, y la recepcionista, que además lleva la agenda, realiza los cobros y demás, fue muy amable. Y me ofreció una tarjeta del sitio, con unos círculos en donde indica que al concretar la quinta visita, sería acreedor a un próximo servicio a mitad de precio. También, que la décima visita sería gratis.
Las tarjetas de lealtad me parecen un negocio inteligente, sin embargo, pienso que de ser magnética o virtual, cumpliría aún mejor su función. Hoy en día, lo que menos queremos es llevar más tarjetas en la cartera o bolsa. Por esta razón, no lo acepté; y menos cuando vi que a un cliente se la marcaron con un sello de goma.
Realmente, para aquellos consumidores que acuden con regularidad, lo harán más si hay programas de lealtad. Y por el lado del empresario, estas dinámicas les permiten obtener información sobre el perfil de las personas que acuden con ellos. Van desde información como su fecha de cumpleaños, preferencia de horarios, lo que consumen, en qué zona viven, ticket promedio y más.
Sin embargo, regresando a mi negativa de aceptarla, le dije a la señorita, que la tomaría si ella me la guardaba; y me respondió con un no rotundo. Acto seguido, le dije que podían optar por un software de fidelización de clientes, que crea las fichas, tarjetas de puntos y de cliente frecuente de forma digital. A lo que ella me respondió que ya le había dicho al dueño, y su respuesta fue que no quiere gastar en eso.
Mi empresario exitoso, todo aquello que implique digitalizar tu negocio, es una inversión, no un gasto. Ya que con ello, añades a la experiencia del cliente estrategias de marketing que te permitan generar vínculos emocionales con ellos. Además, promover su regreso a tu empresa y aumentar su preferencia de compra.
Ten en cuenta que desde que alguien ingresa a tu lugar de trabajo por primera vez, deberás recibirlo “con todo”, para que además de comprar, vuelva. Es un hecho que en ocasiones, un cliente actual deja de comprarte sin razón alguna. Y encontrar uno nuevo, puede costar hasta cinco veces más que retener a uno que ya tienes.