¿Cuándo fue la última vez que caminaste con los zapatos de tu cliente?
El Design Thinking o “pensamiento de diseño” proviene de la forma en que trabajan los diseñadores de productos. Comienza con la empatía, un profundo enfoque humano, para obtener conocimientos que pueden revelar nuevas e inexploradas formas de ver y cursos de acción a seguir para generar situaciones preferidas para los negocios y la sociedad.
Pero no es una propiedad exclusiva de los diseñadores: todos los grandes innovadores en literatura, arte, música, ciencia, ingeniería y negocios lo han practicado. Entonces, ¿por qué llamarlo Design Thinking? Lo especial del
Design Thinking es que los procesos de trabajo de los diseñadores pueden ayudarnos a extraer, enseñar, aprender y aplicar sistemáticamente estas técnicas centradas en el ser humano, para resolver problemas de una manera creativa e innovadora: en nuestros diseños, en nuestros negocios, en nuestros países, en nuestras vidas.
El término “Design Thinking” se remonta al libro de 1987 de Peter Rowe; “El pensamiento de diseño.” En ese libro describe la forma en que los arquitectos y urbanistas abordarían los problemas de diseño. Sin embargo, la idea de que había un patrón específico de resolución de problemas en el “pensamiento de diseño” surgió mucho antes en el libro de Herbert A. Simon, “La ciencia de lo artificial”, que se publicó en 1969. El concepto fue popularizado a principios de la década de 1990 por Richard Buchanan en su artículo “Problemas malvados en el pensamiento de diseño”.
Grandes compañías han adoptado este enfoque y ahora es muy común que se enseñe en las universidades y se practique todos los días en diversos ámbitos.
Es un proceso iterativo en el que busca comprender a sus usuarios, desafiar suposiciones, redefinir problemas y crear soluciones innovadoras que pueden crear prototipos y probarlos. El objetivo general es identificar estrategias y soluciones alternativas que no son evidentes al instante, con su nivel inicial de comprensión. Por lo tanto, el pensamiento de diseño proporciona un enfoque basado en soluciones para resolver problemas, que lo ayuda a hacerlo de una manera creativa y colaborativa. El pensamiento de diseño es más que un simple proceso; abre una forma completamente nueva de pensar y ofrece una colección de métodos prácticos para ayudarlo a aplicar esta nueva mentalidad.
El Design Thinking no puede comenzar sin la comprensión más profunda de las personas para las que se está diseñando. Para obtener esos conocimientos, es importante para usted, como pensador de diseño, empatizar con las personas para las que está diseñando, de modo que pueda comprender sus necesidades, pensamientos, emociones y motivaciones.
Si queremos empatizar con los usuarios, siempre debemos intentar adoptar la mentalidad de un principiante. Lo que esto significa es que, como diseñadores (o pensadores del diseño), siempre debemos hacer todo lo posible para dejar atrás nuestras propias suposiciones y experiencias al hacer observaciones, adentrarnos realmente en nuestros usuarios para entenderlos. Haciendo tres preguntas: ¿Qué? ¿Cómo? y ¿Por qué?, podemos pasar de observaciones concretas que están libres de suposiciones a motivaciones más abstractas que impulsan las acciones que hemos observado. En la siguiente fase, definiremos nuestro problema y los retos que representa. Las preguntas de ¿Cómo podríamos? se abren a sesiones de ideación en las que explora ideas que pueden ayudarnos a resolver su el desafío de diseño de una manera innovadora.
Una vez definido nuestro “problema” o “punto de vista”, la ideación es a menudo la etapa más emocionante en un proyecto de Design Thinking, porque durante ella, el objetivo es generar una gran cantidad de ideas que el equipo puede filtrar y reducir a las mejores, más prácticas o más innovadoras para inspirar nuevas y mejores soluciones y productos de diseño.
A veces hay que preguntar lo obvio y ahí encontraremos muchas respuestas. Debemos estar abiertos a las más extrañas ideas y respetar las de los demás para desarrollar la creatividad.
Ahora es tiempo de desarrollar prototipos. Un prototipo es un modelo experimental simple de una solución propuesta que se utiliza para probar o validar ideas, suposiciones de diseño y otros aspectos de su conceptualización de forma rápida y económica, de modo que el diseñador o los diseñadores involucrados puedan realizar los ajustes adecuados o posibles cambios de dirección. La creación rápida y frecuente de prototipos es la mejor manera de probar nuestras suposiciones, conocer a los usuarios y mejorar nuestras ideas.
Los prototipos pueden ser cualquier cosa, desde bocetos en una servilleta hasta juegos de rol: cualquier cosa que le permita hacer que sus ideas sean tangibles y comprobables.
Recopilar comentarios sobre su prototipo puede ser una fase apasionante del proyecto de diseño. También es una fase importante, que debes intentar optimizar. Ser rápido y eficiente le permite pasar rápidamente de la creación de un prototipo a su puesta a prueba, a la recopilación de comentarios y, finalmente, a la creación de una iteración nueva y mejorada de las ideas.
Estas cinco etapas de Design Thinking (Empatizar, Definir, Idear, Prototipar y Probar) no están destinadas a ser pasos secuenciales a seguir a medida que avanza el proyecto. En cambio, son “modos” que puede adoptar durante cada fase de su proyecto (a veces en paralelo o en ciclos iterativos), cuando faciliten el mayor aprendizaje y valor.
Dicho esto, el punto final ideal del Design Thinking (cuando sabes que has hecho un gran trabajo) es cuando el producto o servicio satisface las tres pruebas de: deseabilidad, factibilidad y viabilidad.
Realizado con Información de The Interaction Design Foundation, Rikke Friis Dam, Teo Yu Siang, Don Norman.
Pablo A. Torres es Profesional certificado en marketing y retail con mas de 15 años de
experiencia en operación de centros comerciales, marketing, eventos, arrendamiento y
desarrollos de usos mixtos. Design Thinking y experiencia del cliente. Trayectoria en medios de
comunicación y producción. Conferencista y capacitador. Filántropo, católico, fotógrafo,
ciclista, entusiasta, ecologista, yogui, cocinero y orgulloso padre y esposo.