Levantar un negocio exitoso requiere de una estrategia sólida. De lo contrario, resulta como conducir un auto en plena hora pico con los ojos cerrados. Por lógica, las posibilidades de resultar sin lesiones, golpes en el auto, e incluso estrés, son prácticamente nulas. Pasa algo similar con las organizaciones; en México, al menos el 75% de las pequeñas y medianas empresas, cierran a los dos años de operaciones, esto según datos del INEGI. Revisemos los 7 errores que cometen las PyMEs en su camino al éxito.
“El hombre que ha cometido un error y no lo corrige comete otro error mayor”. ̶ Confucio.
El dato que te presento al inicio, provoca miedo y puede inhibir la creación de nuevas compañías. En consecuencia, reducir el impacto en el Producto Interno Bruto (PIB). Y es que este tipo de empresas representan el 52% de este valor a nivel nacional; y son la principal fuente de empleos.
Para evitar su cierre y prosperar, muchas empresas y emprendedores se han arriesgado haciendo las cosas de forma diferente a como lo hace la mayoría. Aquí te comparto los temas relevantes centrados en los desaciertos de las PyMEs, con esperanza de que como empresario, reviertas el error.
Éstos son los 7 errores que cometen las PyMEs en su camino al éxito
1. Tener una estrategia poco clara
Si no cuentan con una oferta de valor, está indefinida o ni siquiera hay segmentación de clientes; e incluso no hay estrategia, es mala señal. El primer paso es generar una que responda a las necesidades del mercado y por tanto, resulte exitosa. Tanto a corto, como mediano y largo plazo. Trazar un plan permitirá visualizar cómo ser relevante ante la competencia.
2. Una cultura deficiente
El manejo del negocio como un comercio y no como una empresa, es un error común. La consecuencia es una mala estructura de los puestos y gestión del talento. No darle importancia a las políticas y procesos lleva a operar día con día sin una cultura que conduzca a mejores prácticas. Por ello, es necesario construir una cultura organizacional por medio del diseño, y no por accidente. Esto permitirá inyectar el ADN a través de valores y códigos.
3. Pobreza en la inteligencia del negocio
Esto significa, que no se hace un análisis de la empresa, de su entorno, ni tampoco de la competencia. Así se pierden de vista tendencias y hasta modelos exitosos en industrias distintas, que podrían ser aplicables. Incluso se dejan fuera esquemas de innovación o alianzas. Es necesario ejecutar una planeación estratégica donde los altos ejecutivos se reúnan a definir objetivos con base en los cambios del entorno.
4. Una administración deficiente
Las organizaciones de este tamaño tienden a no llevar controles financieros, ni seleccionar personal de forma adecuada. Además, no cuentan con la información precisa para tomar decisiones. Gran parte de su operación se centra tan sólo en vender sin considerar tiempos de producción, costos estimados, ni siquiera la rentabilidad. Lo que debes hacer es implementar un sistema que incluya reportes para un monitoreo acertado.
5. Talento insuficiente o incapaz
El recurso humano en cada nivel de la organización es vital para mantenerla funcionando. Sin embargo, es necesario definir los perfiles de puestos, que incluyan de forma precisa las responsabilidades a cubrir. Asimismo, establecer objetivos claros con incentivos justos; los indicadores de desempeño juegan un rol importante al medir objetivamente.
Ésto debe ocurrir a la par de la valoración de aptitudes, y la asignación de capacitaciones que promuevan el desarrollo organizacional. Y también, de líderes que inciten a su equipo a tomar decisiones para reducir la dependencia. Es mejor empoderar a los niveles medios.
6. No hay un enfoque
Si el director general se encuentra dedicado a la operación, le queda poco tiempo para planear y pensar. Y además, suele fungir como “todólogo”, implementando acciones sin medir consecuencias. La contraparte, es la creación de planes anuales y trimestrales que rijan las prioridades clave alineadas a la estrategia. También, trabajar en conjunto con todos los líderes.
7. Poca previsión
A nivel financiero, se suele llevar un presupuesto que considera la promesa de ventas, sin tomar en cuenta los riesgos de adversidades. Esta poca vigilancia impide ver las desviaciones y corregirlas en el momento adecuado. Esto significa que existe una desalineación entre las iniciativas comerciales y las condiciones financieras. Se trata de la principal causa de quiebra o al menos de desajustes importantes.
Crear un presupuesto anual que lleve ingresos y gastos permite controlar la compañía desde los propios números.
Conociendo los 7 errores que cometen las PyMEs en su camino al éxito, deberás aprender para profesionalizar tu empresa. Y así, evitar cometerlos, ya que son los causantes (en gran medida), de la alta tasa de fracaso. La ruta más segura y directa para triunfar, es establecer una estrategia de negocios efectiva, clara y compartida.
¡Por tu libertad empresarial!
Alejandro Valdés es especialista en crecimiento de dueños de negocio. Su correo de contacto es: [email protected]
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