Cuando finalmente determinas el nombre de tu marca, es normal sentir mucha ilusión. No importa si es una palabra, una imagen o un emblema, o si lo relacionas con un sonido o aroma, se trata de un proceso emocionante. Y debería ser así, porque registrar tu marca es el inicio de un gran proyecto.
Crear una marca no es una tarea fácil; en el caso de las PyMES, les permite posicionarse en el mercado. Y eso se logra aprovechando factores como la comunicación, el tiempo y por supuesto, la inversión. Por su parte, las compañías internacionales son creadoras de marcas. Esto es consecuencia de sus recursos, no necesariamente económicos, sino que saben cómo ver desde el “qué” hasta el “cómo”.
Como emprendedor, al iniciar una organización, ponerle el nombre y determinar una marca, es necesario tomar en cuenta algunos factores. Por ejemplo, relacionarlo con tu mercado y con el tono que deseas transmitir, es decir, si es impersonal o incluso si va dirigida a mujeres u hombres. Otras características que generan un impacto en los consumidores son:
- Fuerza fonética
- Que represente sus valores
- Cumpla ciertas expectativas
- Hable de los sueños y aspiraciones
Te comparto de dónde nació el nombre de mi marca “Jumbo”. Mi hermano continuó el negocio de mi papá y tras tomar este legado, se fue de luna de miel a una isla en el pacífico. Estaba alejada y poco conectada, ya que sólo los aviones grandes podían volar sin hacer escalas. Y en ese viaje, él me contó que al estar en la sala de abordaje, vio a través de los cristales las dimensiones del avión jumbo. Y al escucharlo con alegría, determinó que usaría ese nombre, en referencia a algo fuerte y grande.
En ese orden de ideas, es necesario considerar que el nombre utilice sólo letras. Por ejemplo: Apple, La Zarza, Sony, Coca Cola y RYC. Son vocales y consonantes que generan cierta armonía.
Retomando el tema de las PyMEs y MiPyMEs, implica trabajar desde el inicio en una connotación que tenga significado de manera interna, y claro, externamente. De manera interna, incluso como líder y colaborador, hacer referencia diciendo voy a “tu marca”, y no almacén, fábrica u otros similares.
Mi empresario exitoso, no asumas que si ofreces un producto o servicio, las personas reconocen tu marca. Establece procedimientos que impliquen que al realizar las transacciones, te des a conocer. Y recuerda, registrar tu marca es el inicio de un gran proyecto, y aunque es un gran paso, aún hay mucho camino por delante.
“Tus clientes no compran tu producto o tu servicio. Compran la emoción que les haces sentir y el significado que tiene para ellos tener algo de tu marca.” – Kay Fabella.
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