El planeta está en números rojos en cuanto al uso de recursos naturales, y además, estamos enfrentando las consecuencias de la contaminación. Es por eso que continuamente surgen nuevos emprendimientos que buscan mitigarlas o contribuir en diversos sentidos. Tal es el caso de Sneature: una marca de tenis biodegradables. En Conhectores te decimos de qué se trata.
Esta compañía utiliza residuos para fabricar zapatos deportivos. El componente principal son pelos de perro, un desecho biológico que usualmente es descartado. Sneature recupera el material de estéticas caninas para fabricar un hilo llamado chiengora. Un beneficio adicional es que al cumplir con su ciclo de vida (que se estima sea de dos años), el calzado se degrada y no permanece como aquellos elaborados con telas y plásticos.
La segunda materia prima son los hongos, que se utilizan para formar la suela interior y exterior. Además, para su fabricación se usan técnicas como el tejido 3D, para un menor consumo de energía. Esta alternativa permitiría disminuir la huella de carbono significativamente, dado que a lo largo de nuestra vida, utilizamos varios pares de tenis y zapatos. Es un desarrollo de la diseñadora alemana Emilie Burfeind, y es probablemente uno de los productos más sustentables que se han hecho hasta el momento.
La moda ahora es ser más consciente y sustentable. Es así que estas piezas pueden ser recicladas o compostadas, evadiendo los mil años que las alternativas comunes tardan en desaparecer.
Después de su uso, el compuesto de hongos se puede pulverizar y reutilizar, mientras que el tejido se puede separar en fibras individuales (cardado), para volver a hilar. Otra opción es compostarlos industrialmente, un proceso que duraría aproximadamente un mes para reintegrarse a la tierra.
Además, estos tenis son fácilmente personalizables para producirse bajo demanda. El tejido se puede manipular para hacerlo más suave o más duro en algunas zonas. O incluso más transpirable o flexible. Sin duda, además de los beneficios obvios, puede aportar en muchos más sentidos. Por ejemplo, son repelentes al agua gracias al uso de un caucho natural para su recubrimiento. Y son estables debido a la manera en la que es construida la suela.
Esta creación es una idea puesta en marcha durante las clases de Burfeind en la Universidad Offenbach de Arte y Diseño. Es un hecho que también se debe reconocer, pues tan sólo algunas empresas internacionales han hecho esfuerzos por reducir el impacto de sus diseños. Por ejemplo, Adidas, con su colección elaborada con plástico recuperado del océano. O las experimentales de Nike, que están compuestas por materiales reciclados.