“Cuando muere la dependencia, nace la libertad”
El mayor peligro al que se puede enfrentar un empresario es aquel que deja pasar su vida sin hacer lo que realmente le apasiona fuera del trabajo, pensando que tendrá tiempo para hacerlo más tarde.
Muchos empresarios se dedican en cuerpo y alma a escalar su proyecto empresarial sacrificando sus relaciones, su salud y su calidad de vida pensando que en algún momento en el futuro tendrán tiempo para todo eso, pero déjame decirte algo, eso es una gran mentira pues cuando te vuelves un “Workaholic” es casi seguro que construyas una organización con alta dependencia de ti, en donde tienes que tomar prácticamente todas las decisiones y controlar todo lo que ocurre en la empresa.
La historia del primer elevadorista
En 1854 cuando se inauguró el Crystal Palace de Nueva York, Elisha Graves Otis probó por primera vez su elevador, asombrando a todos los que asistieron al palacio.
En ese entonces, Edward Hurry, el arquitecto asesor de la obra se acercó a Otis y le comentó: “Nos vamos a hacer ricos, yo represento al grupo de inversionistas más grande de EUA y desarrollaremos más de 1000 edificios en los siguientes veinte años y tú pondrás un elevador en cada uno de ellos.”
Otis le replicó: “No será tan fácil Hurry, de dónde sacaremos a tantos elevadoristas calificados que los manejen con seguridad.”
Sin importar que la tecnología estaba lista y probada y que, por otro lado, los recursos financieros estaban disponibles, al final, el crecimiento dependía de una sola persona, el elevadorista.
Y este factor de alta dependencia hacía imposible el crecimiento posible en aquella época.
La dependencia del director general
Analiza si en tu empresa no existe un factor similar al “elevadorista” de aquella época y sobre todo ten cuidado de no ser tú el elevadorista pues es muy común que las empresas tengan una gran dependencia en el director general para operar.
¿Qué pasaría en tu empresa si tú dejaras de asistir y trabajar en ella por 6 meses?
Estoy seguro que más del 80% de los empresarios responderían que tu empresa podría desaparecer si esto ocurriese pues aún no han construido un equipo gerencial que pueda sostener la operación del negocio.
Crear una organización dependiente de ti y no poder tener balance de vida es el mayor riesgo al que te puedes enfrentar pues las consecuencias pueden ser graves.
El desarrollo de un negocio es como tener un hijo.
Al principio depende totalmente de ti, pero después debe ser independiente de ti.
4 acciones claves para eliminar el Síndrome del “Elevadorista” en tu negocio
1.- Ponle límites al trabajo y dedica tiempo para tus relaciones, tu salud y tus pasatiempos.
Aprende a tomar días libres, que son días en donde no trabajas en lo absoluto.
2.- Aprende a delegar.
Enfócate en aquellas actividades en las que eres muy bueno/a y delega el resto a tu equipo, así lograrás desarrollar a tu equipo de trabajo.
4.- Crea sistemas y procesos.
Establece sistemas en toda la organización para que las cosas dependan de los procesos no de las personas.
4.- Crea un plan de desarrollo de líderes.
Formar líderes que puedan encargarse de la operación del negocio es la única forma en la que tú puedes salir de la operación y realmente tener la libertad de crear cosas que le agreguen valor al negocio.
¡Por tu libertad empresarial!
Alejandro Valdés para Conhectores.
Especialista en crecimiento de dueños de negocio.
