La FGR cuenta con un equipo de espionaje, un equipo utilizando por medio de autorizaciones judiciales.
Han pasado ya 27 meses y el equipo de espionaje ha sido utilizado en un total de 5,794 casos.
Podemos decir que son pocos en vista que tuvo un valor de 49 millones de pesos.
Si también quieres saber cómo es que se metió en este enredo la FGR, quédate en Conhectores, porque vamos a desmenuzar este asunto.
¡Vamos a Conhectar!
$49 millones de pesos sin usar en la FGR
La FGR gastó la jugosa cantidad de 2 millones 500 mil dólares, lo que en pesos mexicanos vendrían siendo 49 millones.
La inversión ejecutada fue para contar con equipos de espionaje, su uso ha sido limitado en diferentes casos que ya se han dado a conocer, como:
Secuestros, desapariciones, delitos de corrupción, narcotráfico, lavado de dinero de políticos y crimen organizado y trata de personas.
El encargado actual de FGR es Alejandro Gertz Manero y en lo que vamos del 2021 ha hecho un total de 5,794 solicitudes de acceso al registro de comunicaciones y geolocalización.
Pero aquí el gato se pone más enredado, resulta que los jueces federales del Consejo de la Judicatura Federal (CJF) solo autorizaron a la FGR con 1,418 intervenciones de comunicaciones en empresas telefónicas, para poder hacer las investigaciones en los campos antes mencionados.
En el período de 2019 y 2020, la FGR pagó 49 millones de pesos, por dos contratos para que se le diera acceso al servicio de Echo-Plataforma de consulta de análisis de datos masivos.
“La Fiscalía General de la República obtuvo 124 autorizaciones para la geolocalización en 2019; sin embargo, el equipo adquirido para hacer geolocalización permite hacer hasta 135 mil geolocalizaciones”, reveló Luis Fernando García, director de la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D).
Ya han existido personas que han sido internevenidas con este equipo por el estado y no saben que se encuentran dentro de este proceso.
Por lo que les resulta imposible defenderse frente a intervenciones de comunicaciones abusivas e ilegales.
Las tecnologías de espionaje ahora son más sofisticadas, con software intrusivos que permiten conocer los datos del celular a través del malware y spyware.
Es por eso que en México la compra de esta nueva tecnología debe regularse, para poder crear un marco normativo y legal.
De esta forma se evita que cualquier persona, autoridad o dependencia pueda utilizarlo y abusar de este poder.
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